Marcella

Crítica por: Alexandra Álvarez

“Marcella es una detective retirada, abandonó la fuerza después de fracasar en la búsqueda de un asesino serial inteligente y despiadado que, sin explicación aparente, deja de matar. Ella, que se refugió en la familia -marido y dos hijos-, recibe una llamada de su jefe que le dice que la necesita, que apareció un cadáver con la firma del criminal que la empujó a dejar el trabajo. Vuelve, claro, y reanuda la cacería, que es implacable y feroz, pero también confusa, porque ella, el cazador, termina siendo la presa, y peor, el verdugo.”

Marcella es una serie policiaca británica que salió a la luz en el 2016, dirigida por Nicola Garder y Hans Rosefeld. A pesar de no tener la publicidad suficiente para darse a conocer, logro resonar en los medios al calcular su impacto de entretenimiento entre las audiencias.

Hablemos de la tercera temporada, ahí donde Marcella Backland es remplazada por Keira Devlin, en el afán de fingir su propia muerte para poder escapar del pasado; la muerte de su hija Juliet que ella provocó.

Marcella, o mejor dicho, Keira Devlin, trabaja de encubierto para Frank Young (un expolicía vetado que busca justicia por la muerte de su esposa e hija) se hace pasar por secretaria en un despacho, donde seduce al contador de una familia criminal, y al paso de 10 meses termina por enamorarlo, se ha ganado su confianza y ahora toca ganarse la confianza de la familia. Keira le filtra información a la familia de criminales donde su pareja actual, el contador, les ha estado robando, la familia opta por pegarle un tiro en la sien, justo frente a ella, y Devlin hace el intento por no inmutarse, se aferra al papel de Keira y deja a un costado las emociones de Marcella.

Ahí comienza el drama de la historia, su influencia comienza a hacerse notar desde los adentros de la casa familiar, de poco en poco tiene atados por el cuello a cada uno de los integrantes que viven en la casa, todos con antecedentes y ajenos a sentimentalismos. La seducción por parte de Keira llega a uno de los mafiosos, quien se aferra a ella y cree ejercer cierto poder sobre ella, cuando “o sorpresa”, es totalmente lo opuesto, conforme pasan los meses, Keira recolecta información y la filtra a Frank, quien le ayuda cuando las cosas se ponen tensas y sus traumas psicológicos interfieren con la investigación; las lagunas mentales comienzan de nuevo.

La serie, “Marcella”, nos ha llenado de suspenso, sustos y lágrimas, si bien la tercera temporada deja de ser aquello a lo que nos habíamos acostumbrado (una serie policiaca, llena de pistas y conexiones entre criminales, donde los agentes estaban dispuestos a hacer todo lo que había en sus manos para meter a asesinos tras las rejas) no deja de ser buena. Los interpretes se aferran a su papel y nos meten a un contexto nuevo, lleno de buena fotografía y encuadres, donde a través de la pantalla cualquier cosa esta predispuesta a pasar, donde no importa lo mucho que trates de averiguar “quién mato a quién y por qué”, Keira termina por atar cabos mucho antes que el espectador y en situaciones, nos mete fragmentos de lo que vimos en el televisor, al igual que ella, y aun así paso a ser omitido por nosotros como público.

He de admitir, que yo, como fanática del desarrollo de las temporadas pasadas, esperaba mucho más de esta última, sin embargo, no por eso, no me ha gustado. Desde mi punto de vista, “Marcella” revivió ese gran interés por los Thriller, ese gusto y fanatismo por los asesinos seriales, su manera de actuar y la resolución a casos “casi imposibles” de ser concluidos.